Berlín Exprés...

Hola!!!

Como quien dice, todavía recuperándonos de la resaca viajera...

Dedicamos el fin de semana pasado y el lunes a recorrer Berlín, un Tour con guía privado (Patricia, la prima de Pedro...), descubriendo los lugares imprescindibles y empapándonos de historia, que de vez en cuando, no viene nada mal...

Media vida soñando con la ciudad de los contrastes, y por fin, hemos pasado tres días recorriéndola...

Llegamos a Madrid afeitando un huevo en el aire, en nuestra linea... "tiramos" el coche en el aeropuerto de Barajas, y embarcamos como los vip... llegar y pegar.

A las 11 de la noche llegábamos a Berlín y un poquito más tarde, a casa de Patricia (Los mundos de Patricia). El día no dio para más, estábamos agotados...

Al día siguiente madrugamos, Berlín nos esperaba. Salimos caminando desde su casa...

y el primer alto en al camino, fue para desayunar un chocolate calentito en un local típico, en el que el olor a tarta se acomoda entre las variopintas mesas, butacas y sillas, que componen estos acogedores lugares.

Aquí comenzaba nuestra visita a esta inquietante ciudad, que se esconde tras pintadas en las paredes y gritos de libertad contenida.

Imaginaba Berlín como la quinta esencia del movimiento postmodernista, y lo es... Pero, creo que la acomulación y profusión de libertad, ha llegado a desmerecer ciertos lugares, que algún día gozaron de ese halo de esperanza y de futuro. Una ciudad un poco abandonada a su actual suerte, un tanto sucia, que a veces necesita del objetivo de una cámara, para entresacar la magia que se oculta bajo lo que podemos llamar, "la primera impresión". Y como sucede a veces, las apariencias engañan...

Tras repasar minuciosamente las fotos de nuestro viaje, he redescubierto Berlín tras el objetivo de la cámara, y lo que he visto, me ha encantado. Porción a porción, la ciudad es una de sus suculentas tartas de desayuno, esperando a ser devorada, pero creo que para saborear Berlín, la calma y el tiempo, deberían ser una máxima, como preventiva frente al posible atracón y posterior indigestión, además de calambres en las piernas, rozaduras en los pies... vamos, las típicas heridas de guerra del turista de a pié (y nunca mejor dicho... jajaja!!!), en una ciudad tan densa.

(Edificio de Reichstag, o del parlamento alemán... cuya cúpula se quemó en 1933 y ha sido rediseñada por Norman Foster... es una obra de ingeniería sostenible que se puede recorrer, disfrutando de unas vistas inmejorables del centro de Berlín).

(Postdamer Platz, diseñada conforme a las indicaciones de Renzo Piano.)

Berlín está lleno de rincones con encanto, arte por todas partes y una carga histórica reciente que pesa demasiado...

(Tiergarten, en pleno centro berlinés)

(Neues Museum, rehabilitado por el arquitecto David Chipperfield) 

(En la reconstrucción, se han respetado parte de las heridas de guerra del impresionante museo, en el muro tras las columnas, podemos ver los agujeros producidos por la metralla de algunas de las bombas que lo asolaron..., así como los estragos que produjeron las llamas... )

Mires donde mires el muro está presente...

...la guerra fría hizo estragos, pero no menos que el nacismo, cuya historia se documenta y respeta, para que la humanidad no vuelva a caer en los mismos errores.

(MONUMENTO AL HOLOCAUSTO, del arquitecto Peter Eisenman)

El monumento se compone de 2711 estelas prismáticas de hormigón de idéntica base (2,40 x 1 m) y altura variable (de 0,2 a 4,8 m) siguiendo una ordenación hipodámica sobre una superficie de 19.000 m2 ligeramente inclinada. El número 2711 parece corresponder a las páginas del talmud ratificando la insistencia en curar heridas que también sufrieron gitanos, homosexuales, enfermos de todo tipo, cristianos, testigos de Jehová y otros muchos hombres por el hecho de tener el elemento diferenciador de los humanos: ser distintos. 

(Monumento muy polémico por lo que representa, dónde lo representa, en pleno centro de Berlín, y el presupuesto que se destinó a él... Por increíble que parezca, pese a su solemnidad, es un lugar divertido y lleno de vida... paradojas de la vida...)

No hay vencedores, ni vencidos, hay un pueblo unido que mira hacia adelante sin olvidar de dónde viene y por lo que han pasado. Así que si alguien se pregunta qué tiene Alemania que no tenga España, la respuesta es sencilla: Respeto por el pasado y creencia firme y unánime en un futuro como nación y como parte de Europa.

No voy a enrollarme mucho más con esto, que seguro que a más de un@ le estoy aburriendo o incomodando.

Lo cierto es que Berlín me ha impactado un montón.

Han sido tres días intensos en muy buena compañía, llenos de buenos y divertidos momentos...

(Como el imprescindible fotomatón...)

Poco a poco iré compartiendo partes de nuestro viaje, que se merecen un post privado... jajaja!!! y así poder enseñaros las maravillas de ésta singular ciudad...

Un saludo, y hasta pronto.