miércoles, 13 de julio de 2011

Empezando a contar "la boda"

Hace mas de un mes de nuestro día... y parece que han pasado años...

Tenía muchas ganas de compartirlo en el blog, pero no había encontrado el momento, la inspiración... y quizás tampoco el tiempo para preparar el post, y por fin, aquí estamos...


La historia de cómo hemos llegado hasta aquí ya la sabéis, os la conté aquí... Después vinieron los preparativos, las ilusiones y el trabajo duro durante meses...

Aveces me sentí un poco sola, creo que la frase que más he repetido durante todos estos meses ha sido: "Parece que me caso sola..." Pero aunque a su manera, he de decir que Pedro siempre estubo ahí...

Primero elegimos la iglesia y el restaurante, aquí, ambos fueron un flechazo. Santa María de Valbuena, en San bernardo, Valladolid y para la celebración, la bodega Cepa 21, en plena ribera del Duero, al igual que la iglesia.

Decidimos que el hilo conductor sería el vino, hay más de un motivo por el que esta fue nuestra elección, uno sentimental, que lo conservaré como mi pequeño secreto, y el otro, más práctico, era el sitio indicado para recrear un temática tan recurrente.

"En torno al vino":


Después de buscar de manera incansable las invitaciones de la boda, decidimos hacerlas nosotros mismos. Aunque nunca creí que nos llevaría tanto tiempo, mereció la pena, no me arrepiento en absoluto. Diseñarla, elegir los materiales, las tipografías, los colores... y componerla. (Aquí).




La decoración es algo que me apasiona, y dejé volar un poco mi imaginación... Primero fueron las flores, después el atrezzo y por último los detalles.

Descubrí mi interés por las flores cuando nos fuimos a vivir juntos, hasta entonces, nuestra relación había sido casi inexistente. Primero fueron las petunias, luego las gerberas, geranios, gitanillas, calanchoes, rosales, buganbillas, hortensias... Descubrí que cuidarlas y verlas crecer me gustaba, disfruto de su presencia y de su compañia, llenan la casa de vida y de color. Al principió no fue una relación nada fácil, sobre todo para ellas, pero es algo que hemos superado...

Mis flores favoritas son las hortensias y las peonías, a qué novia no le gustan las peonías???

Quería verde y blanco para la iglesia, pero con un toque de color, un punto rebelde, el color del vino, así que cuando le conté a Bea de "La Floristería" lo que quería, creo que encontré en ella ese toque especial que estaba buscando...
La iglesia estaba preciosa, con la alfombra burdeos recorriendo el pasillo central y los centros que la flanqueaban. El altar, precioso por si sólo, con esos toques de color... nunca me lo había imaginado tan bonito... Sólo puedo agradecer a Bea el trabajo que hizo ese día...

Y, El Ramo??? Ya se que no soy parcial, pero es el más bonito que he visto nunca, un bouquet de peonías blancas y fresias, atado con un lazo largo de bambula de seda, la misma tela del vestido...

Espero que os guste tanto como a mi...


Un beso y hasta mañana.

1 comentario: