Este año he pasado momentos bastante malos; cuando piensas que nada puede ir peor, todo es susceptible de empeorar y cuando la tormenta escampa, y das gracias por lo afortunada que eres, la vida puede sonreirte aún más... qué mundo de locos...
El viernes llegué a casa de trabajar, lo que con los tiempos que corren, hoy en día ya es una bendición... y mi madre me esperaba con una carta de la Universidad... pensé "por fin el título... casi un año... lo debe haber firmado el rey en persona... bueno, comemos y luego lo abrimos..." y cual sería mi sorpresa cuando al abrir la carta me encuentro con esto:
Como quizá hayas oído se han convocado este año, por primera vez, unos premios del departamento de Urbanismo y Representación de la Arquitectura a los mejores tratamientos de urbanismo y representación de la arquitectura en los proyectos fin de carrera de la Escuela de Valladolid.
Por la calidad del trabajo que presentaste al PFC se ha considerado que podrías optar a alguno de los premios de esta primera edición, para ello necestamos tu aceptación como candidato..."
Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!! Eso no le pasa a una todos los días...
Casi lloro de la emoción, no creo que gane ninguno, porque tengo comañeros que presentaros auténticas maravillas... pero la alegría de que hayan tenido en cuenta mi trabajo, eso ya ha sido un premio... GRACIAS!!!
Como los actores de Hollywood, voy a aprovechar éste momento para dar las gracias a todas las personas que me han acompañado y soportado a lo largo de la carrera. Empezando por mi abuelo, que siempre creyó en mi y al que le debo la mitad de lo que soy, a mi madre y su eterna paciencia, a la que le debo la otra mitad, a mi hermana Berta, que soportó noche tras noche la luz del flexo y el olor a pegamento, a mi hermana Laura, a la que siempre le han gustado mis locuras de proyectos, y por supuesto, a Pedro, con su ayuda incombustible y sus mentiras piadosas... "cuando apruebes la carrera te pido que nos casemos"...
Gracias a ellos y a todos los que día a día habeis estado ahí para lo bueno y para lo malo, ese es el mejor de los premios.
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