Hola de nuevo... los lunes no son mi mejor día... se me pegan las sábanas... bueno, también los martes y los miércoles... .lo que daría por llevarme la almohada al trabajo...
Hoy quería volver a hablaros de la papelería de la boda. No sólo me he aventurado a diseñar las invitaciones, también el plano de situación, los misales, los meseros, los números de las mesas y los menús... Como ya os conté aquí, elegimos un tema alrededor del que organizar la decoración... las uvas, con ese toque añejo y cálido que transmiten.
Estas son las imágenes que me trajeron loca los primeros días, me gustaron por su sencillez y su carácter, pero después de reflexionar un poco, acabé imaginándolas colgadas en la pared del salón, no en las mesas o en las invitaciones... pero la maquinaria estaba en marcha...
Creo que la sencillez de éstas primeras láminas ha pasado a mejor vida... de vez en cuando vuelvo a mirarlas, para no perderme demasiado... además, la idea de poder incorporar los preciosos nombres de las grandes uvas de nuestra tierra, no se me ha ido de la cabeza...
Me encantan las uvas, me recuerdan a la navidad... por eso lo de cálidas... desde hace varios años comparto el momento de las 12 uvas con Chavo, nuestro perro, creo que es una forma de quitarle hierro al momento, que me produce una enorme melancolía... Comemos las uvas a medias, el las suyas y yo las mías, pero como es un tragón, si le dejáramos el platillo, se las comería todas de golpe, así que yo me encargo de lanzárselas... como una, lanzo otra... jajaja!!! Creo que hay un vídeo rondando por facebook del momento circense...
Además de la invitación como tal, hemos incorporado un planito con las indicaciones básicas de como llegar a la iglesia y a la bodega, para los que decidan no ir en autobús, he desempolvado las acuarelas... y el resultado seguro que es bastante mejorable, así que pediré un poquito de comprensión... pinto casi igual que canto; fatal...
Los meseros son algo a lo que no se le suele dar mucha importancia. En la mayoría de los restaurantes tienen unos numeritos bastantes desafortunados que parecen un posavasos de propaganda... así que intentaremos tratarlos como un elemento más de la decoración, con cariño...
Los menús generales: no se a vosotr@s, pero a mi me ha pasado alguna vez... llegas a una boda, fiesta o similar y empiezan a sacar comida..., como nunca sabes lo que van a ofrecerte, si tienes hambre, empiezas a comer como si se fuera a acabar el mundo... y después de engullir como los pavos, repitiendo canapés, resulta que siguen y siguen sacando durante un largo rato nuevos tipos. Cuando estás a punto de reventar... entonces pasas al comedor y cuando con más pena que gloria, descubres que el convite será más que abundante, entonces si que eres consciente de que en cualquier momento se acaba el mundo... estás a punto de morir... pero de indigestión. Me gusta comer, no nos engañemos, pero si supiera qué, cuándo y cómo, seguro que me dosificaría en tiempo y esfuerzo... así que, me parece imprescindible colocar en algún punto del recorrido de acceso en el restaurante, un menú completo del cocktail, la cena...
Los menús... a todos nos encanta sentarnos a la mesa y comentar el menú... mucha gente suele conservarlo también como recuerdo, por lo que creo que es importante que la invitación, los misales y los menús sean una misma cosa, que se puedan guardar juntas y se entiendan como pequeñas partes de la misma boda.
No es genial...?
No creo que esté loca... no? Pero después de darme cuenta que las bodas se convierten en el momento de nuestra vida en el que mostramos nuestro lado mas hortera o cursi... creo que he decidido que prefiero mostrar mi lado cursi, el hortera me lo guardo para otro momento... esperaré pacientemente a que llegue... entonces seguro que sí que sorprendo a más de un@.
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